Hablar del 3-4-3 para todos los que vivimos en la época de Johan Cruyff como entrenador es hacerlo de un sistema que primero nos sorprendió, después nos ilusionó y finalmente nos cautivó. Claro que para desarrollarlo con eficacia tuvimos que ir aprendiendo y trabajando una serie de conceptos que facilitaban que aquella disposición tuviese efectividad. Gracias a los juegos de posición lográbamos encontrar fácilmente las líneas de pase y eso nos permitía también encontrar hombres libres y tener unas altas posesiones de balón. Tener el campo abierto con dos extremos nos servía, gracias a la gran velocidad de balón, para encontrar siempre algún espacio en la línea defensiva contraria. El buen reparto de las posiciones de ataque facilitaba la llegada a posiciones de remateamuchos jugadores. Con el paso del tiempo y para llegar a un gran equilibrio, este posicionamiento inicial ha derivado en un 4-3-3 que permite que haya un jugador más en la línea defensiva y esté mejor ocupado ese espacio. El Barça, que parte de esa disposición inicial, realiza una buena presión en campo contrario juntándose mucho, cerrando los espacios e impidiendo que el contrario pueda encontrar líneas de pase. A partir de ese gran trabajo defensivo, una vez que recupera la posesión de la pelota, el equipo se desdobla en ataque buscando tener siempre superioridades en todas las zonas del campo. Ese desarrollo ofensivo, llevar la iniciativa desde atrás, transitar con comodidad por el mediocampo y llegar al área rival con claras posibilidades de encontrar opciones de gol se consigue gracias al desdoblamiento de algunos jugadores que dejando su posición defensiva se incorporan a zonas avanzadas. En este equipo, el principal ejemplo de ese desarrollo es Dani Alves. Desde su posición inicial como lateral, se va proyectando en ataque abriendo bien el campo, asociándose con jugadores de su banda y participando del juego de posición del equipo gracias a su gran condición técnica.Amedida que el equipo consigue superar la medular contraria, su participación en el juego de ataque permite contar con un jugador que genera desequilibrios gracias a sus paredes, sus regates y sus llegadas por sorpresa desde segunda línea. Esto le convierte en un jugador básico en la evolución de la fase defensiva a la fase ofensiva. El Barça, con su renovación, se asegura la presencia de un jugador casi único que tiene una gran incidencia en los aspectos tácticos que con tanta eficacia maneja Pep Guardiola. Si a esto le añadimos su espíritu combativo y su mentalidad ganadora estamos hablando de alguien que ha sido básico en los éxitos que hasta ahora ha conseguido este grupo y que estoy seguro que seguirá logrando en el futuro.