FC BARCELONA (2-2) DEPORTIVO

Monday, 14 December 2015

El Barça despegó ayer hacia Japón unas dieciséis horas antes de que el Airbus 380 de Malaysia Airlines estuviese ni tan sólo preparado en la pista del aeropuerto. Fue marcar el 2-0 ante el Depor y comenzar a volar hacia el Mundial de Clubs. Incluso Luis Enrique movió el banquillo pensando en dar descansos. Como ya hizo al final de la Liga pasada, el Depor remontó un 2-0 en el Camp Nou en los últimos minutos. Aquella vez, la pérdida de dos puntos fue irrelevante para el conjunto azulgrana, que ya era campeón de Liga. Esta vez, el coste es mucho más alto. En ocho días, el Barça ha cedido sendos empates en dos partidos que dominaba y ha dejado de sumar dos puntos en Mestalla y otros dos en el Camp Nou ante el Depor. Con todo a favor tras los goles de Messi y Rakitic, el equipo bajó los brazos ante un Depor que puso la intensidad atacante que hasta ese momento no había puesto. Todo el rédito obtenido en el Bernabéu, desperdiciado en dos jornadas. El Camp Nou vio dos partidos en uno: el primero, hasta el 2-0, obra de Rakitic. Y otro, en la media hora final, en la que el Barça ya se había ausentado mentalmente. Fue entonces cuando se notó más la ausencia de Neymar, uno de los jugadores más en forma hasta su lesión, y el trabajo en la media de Rakitic, relevado por Luis Enrique.

Hasta ese tramo final, el líder de la Liga no había jugado con brillantez, pero sí había controlado sin dificultades. Messi fue el alma máter del juego. Partiendo desde la derecha, distribuyó por dentro y por fuera, buscando a Alves a su derecha o a Alba o Sandro al otro lado. En una de estas jugadas, un pase largo de Leo fue dejado de cabeza por Sandro para que Suárez rematase fuera, en unos primeros minutos dinámicos ante un Depor parapetado. Poco a poco ese ritmo de cayó.
Bravo era, más que nunca, el undécimo jugador de campo, con Mascherano o Alba apoyándose mucho en él. Y también tapó eficazmente un remate de Jonathan, que había ganado la espalda a Alves y había recogido un pase de Lucas en una contra del Depor, prácticamente la única del primer tiempo.

Sandro fue el elegido de Luis Enrique por la izquierda. Cambió mucho de posición con Messi y Suarez, pero el ritmo de juego era decreciente. Igual que el suyo: comenzó con ganas, pero llegó un momento en que sus compañeros casi le ignoraban. Incluso, estando solo el canario en el área, Luis Suárez intentó sorprender a Lux.

Messi desatascó la cañería con un nuevo golazo de falta directa. Había advertido con una rosca y a siete minutos del descanso transformó una falta cometida sobre el uruguayo en su segundo intento: el primero, ya bien colocado, fue un ensayo general. El segundo, la función con todos los honores. Golazo colocando el balón por la escuadra, a la izquierda de Lux.

Parecía sentenciado

Ya en el segundo tiempo, poco después de que le fuese anulado un gol a Luis Suárez, tras pase de la muerte de Alba, por fuera de juego imposible de demostrar, Rakitic marcó un gol que parecía sentenciar el partido. El croata lanzó, en ataque estático, un obús que sorprendió a Lux. Pero, con todo cuesta abajo para los azulgrana, el Depor cambió el guión. El conjunto gallego había salido tras el descanso con un planteamiento más atrevido, pero su impulso inicial había decaído. Un gol correctamente anulado a Lucas por fuera de juego fue un aviso, pero el Barça no se dio por aludido. Ya había desconectado de la Liga para empezar a pensar en el Mundial de Clubs.

La entrada de Cardoso fue determinante. El empate fue obra de Lucas, aprovechando una mala salida de Mathieu, que rompía el fuera de juego. Y el segundo, tras pérdida de balón de Sergio Busquets y llegada desde su zona, fue del mediocentro Bergantiños. Cuando el Barça regresó al partido ya era tarde. Ataques atropellados, con un remate frustrado de Munir, contras del Depor y dos valiosos puntos regalados.

  • Media: Mundo Deportivo

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