Dani Alves está haciendo una Copa América rotunda. Estaba ya de vacaciones disfrutando del triplete y de su renovación in extremis, cuando Dunga lo llamó. Danilo, futuro madridista, sería baja y necesitaba un futbolista con experiencia porque Fabinho (Mónaco), de 21 años, aún tiene que curtirse. Y el bahiano, que vive como juega, intenta aprovechar las oportunidades que la vida le presenta. “¿Cómo no iba a volver a la Seleçao? Siempre estoy a disposición”, explicó.
Dunga ya avisó que el lateral blaugrana era un “futbolista preparado”, que no necesitaba de adaptación alguna. Ha disputado todos los minutos posibles en la primera fase de la competición, en los encuentros contra Perú, Colombia y Venezuela. No apareció en el 11 ideal que anunció la Conmebol porque el esquema es un 3-4-3, con tres centrales, pero se ha ganado el reconocimientos.
Siempre ha habido feeling entre Dunga y Alves. Fue el técnico gaucho quien le dio la alternativa en la Seleçao, en octubre de 2006 en un partido ante Kuwait (0-4) cuando aún estaba en el Sevilla, y fue quien le hizo un agujero en el medio del campo porque entendía que tenía que ser titular en el Mundial de 2010. Algo, en menor medida, ocurrió en el último encuentro de la primera fase ante la Vinotinto. El seleccionador quiso experimentar una formación más defensiva y con más centímetros, pensando en los cuartos de final. Marquinhos, del PSG, otrora pretendido por el Barça, cerró la defensa por el flanco diestro. Y Alves volvió al centro del campo, y como es un futbolista de recorrido acabó prácticamente de segunda punta por detrás de Diego Tardelli.
En un proceso de renovación profundo, el barcelonista aporta temporalmente experiencia, calidad y galones. La Copa América es un torno duro, de máxima rivalidad, con arbitrajes blandos e donde prolifera la provocación y el juego subterráneo. “A Dani lo conozco perfectamente porque ya estuvo conmigo en el otro ciclo, viene de una temporada muy buena en el Barça, su versatilidad y su dominio del balón parado nos va muy bien este tipo de competiciones”, explicó el técnico brasileño.
La veteranía del blaugrana, curtido en mil y una batalla, es muy apreciada. Alves es del grupo de líderes que ha dado un paso al frente, junto a Thiago Silva, Miranda y el portero Jefferson. Practicante fervoroso del ‘carpe diem’, Dani disfruta del presente y solo tiene su vista puesta en el próximo partido de cuartos contra Paraguay. Es un cara o cruz sin margen de error. Dunga siempre ha sabido recompensar, aunque esto le haya costado críticas en su país, a quien dio la cara y se mojó por el equipo. La posibilidad que el blaugrana siga con la canarinha después del torneo sudamericano no está descartada. Alves está rindiendo y está ayudando a reconciliar al equi-po con la ‘torcida’.
Siempre ha habido feeling entre Dunga y Alves. Fue el técnico gaucho quien le dio la alternativa en la Seleçao, en octubre de 2006 en un partido ante Kuwait (0-4) cuando aún estaba en el Sevilla, y fue quien le hizo un agujero en el medio del campo porque entendía que tenía que ser titular en el Mundial de 2010. Algo, en menor medida, ocurrió en el último encuentro de la primera fase ante la Vinotinto. El seleccionador quiso experimentar una formación más defensiva y con más centímetros, pensando en los cuartos de final. Marquinhos, del PSG, otrora pretendido por el Barça, cerró la defensa por el flanco diestro. Y Alves volvió al centro del campo, y como es un futbolista de recorrido acabó prácticamente de segunda punta por detrás de Diego Tardelli.
En un proceso de renovación profundo, el barcelonista aporta temporalmente experiencia, calidad y galones. La Copa América es un torno duro, de máxima rivalidad, con arbitrajes blandos e donde prolifera la provocación y el juego subterráneo. “A Dani lo conozco perfectamente porque ya estuvo conmigo en el otro ciclo, viene de una temporada muy buena en el Barça, su versatilidad y su dominio del balón parado nos va muy bien este tipo de competiciones”, explicó el técnico brasileño.
La veteranía del blaugrana, curtido en mil y una batalla, es muy apreciada. Alves es del grupo de líderes que ha dado un paso al frente, junto a Thiago Silva, Miranda y el portero Jefferson. Practicante fervoroso del ‘carpe diem’, Dani disfruta del presente y solo tiene su vista puesta en el próximo partido de cuartos contra Paraguay. Es un cara o cruz sin margen de error. Dunga siempre ha sabido recompensar, aunque esto le haya costado críticas en su país, a quien dio la cara y se mojó por el equipo. La posibilidad que el blaugrana siga con la canarinha después del torneo sudamericano no está descartada. Alves está rindiendo y está ayudando a reconciliar al equi-po con la ‘torcida’.
