Hasta el fatídico minuto 25, el delescándalo mayúsculo, elBarça había dominado a placer a un Villarreal que mucho prometer fútbol vistoso y después defendía con seis y hasta con ocho.
Un Barça enchufado disfrutó e hizo disfrutar al público de un fútbol exquisito bajo la dirección de Thiago Alcántara, que ayer explotó todo su talento después de haber tenido un papel más discreto en el partido de ida.