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Opi de Francesc Aguilar
Este Barça tiene muchas virtudes, una de ellas es la polivalencia de sus hombres. Pep Guardiola sabe sacar provecho de sus jugadores en varias posiciones. Es una evolución del 'fútbol-total' que promovieron en su día Stefan Kovacs y Rinus Michels en el Ajax. La diferencia es que los 'ajacied' tenían claro que debían jugar de lo que fuera, cuando llegaban a una determinada posición, mientras que los jugadores barcelonistas ya lo pueden hacer de salida. Pedro y Busquets, los dos mejores 'fichajes' del técnico de Santpedor, son el más claro ejemplo de lo expuesto. Juegan de todo y además lo hacen bien. Pero en este Barça se nota cuando juega el equipo titular o hay algún cambio. Todos sabemos de memoria el once de las históricas 'manitas' al Madrid y al Espanyol. Hay integrantes del mejor equipo titular de difícil sustitución como son Víctor Valdés y Dani Alves. Si la directiva de Sandro Rosell está trabajando a tope para atar y fichar a Cesc Fàbregas desde que llegó, en cambio no acaban de dar el paso definitivo para solventar los problemas que está generando la renovación del contrato de Dani Alves. La importancia del lateral brasileño en el juego del Barça es innegable, sobre todo cuando el equipo actúa en el Camp Nou. En el mundo no hay un sustituto de su valía, Maicon incluido. Es vital lograr un acuerdo que beneficie a las dos partes, a Alves y al Barça. El crack brasileño es básico en el juego de los azulgrana y si hay que hacer un esfuerzo económico no duden de que se verá ampliamente recompensado por el empuje y la clase de este jugador fuera de serie, que jamás quisiéramos encontrarnos en el conjunto rival.
La gestión de su renovación debe ser un tema prioritario para la junta barcelonista
La renovación de Daniel Alves es uno de los temas calientes de este inicio de año que tiene Sandro Rosell encima de la mesa. Es un tema prioritario porque por un lado está la necesidad de proseguir con los servicios de un jugador clave para Guardiola, cuyo rendimiento coincide plenamente con la etapa de mayor esplendor de la entidad, y por otro está la exigencia que se impone la junta directiva de no tirar la casa por la ventana, de reforzar las escalas salariales establecidas en la plantilla. No romper esa baraja es uno de los propósitos de los directivos que entienden la renovación de Alves como el referente para futuras renovaciones, el que va a marcar el camino para las siguientes. De todas maneras, esta opción puede ser equivocada porque de momento ya han renovado otros jugadores, algunos de los cuales atarles no era primordial ya que, por ejemplo, el contrato de Bojan estaba lejos de expirar por lo que nada apremiaba la creación de uno de nuevo. Daniel Alves es diferente porque la amenaza que hay a la vuelta de la esquina es real. El Manchester City espera el fracaso de las negociaciones con el Barcelona. Alves no quiere irse, su mujer quiere seguir en Barcelona y él está a muerte con Guardiola pero tampoco lo hará perdiendo mucho dinero. La gestión de esta negociación no es fácil; es un tema que deberá solventar satisfactoriamente la junta directiva porque no hay en el mercado un jugador de estas características que se adapte tan bien a las necesidades del equipo. Y, porque no decirlo, a las de Leo Messi.

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