El Barça tiene la Liga al alcance de la ‘manita’. Su victoria en el derbi ante un Espanyol que no fue rival, le deja el título en sus manos. Ganando en Granada es campeón. Y lo mejor es que el 5-0 ante los ‘pericos’ deja de propina la imagen de un cuadro de Luis Enrique que recordó mucho más al que protagonizó una racha de 39 victoria antes del bajón. Los azulgrana volvieron a dejar el marcador de su puerta a cero. Ter Stegen emuló al lesionado Bravo, También el equipo volvió a presionar bien, se apoyaron unos a otros, jugaron con las líneas cercanas y estuvieron finos arriba.
De propina, el Barça vio como Lionel Messi recuperaba la magia. No sólo por el golazo que metió que abrió el marcador y la goleada posterior. Si no porque Leo volvió a ser el motor del juego barcelonista, estuvo en todos sitios, el fútbol pasó por sus pies con sus pases, asistencias, regates y hasta trabajo defensivo. Lionel les ha metido 16 goles al Espanyol y ha pillado a Ronald Koeman en su récord de goles en lanzamiento de falta directa (23 tiros).
Junto al súper crack argentino estuvo su socio Luis Suárez que marcó dos goles, que aumentó su cifra en la carrera por el ‘Pichichi’ y en pos de la Bota de oro. Ya suma 37 tantos, una cifra que supera su propio listón logrado en el Ajax.
Y hasta Neymar, que estuvo muy participativo, no faltó a la fiesta de la ‘MSN’ que recuperó su protagonismo. Ney firmó el definitivo 5-0.
Los 11 de Berlín
Luis Enrique puso en liza al mismo equipo que ganó la Champions a la Juventus en la final de Berlín. Salieron en los primeros 20 minutos jugando a un gran nivel, aunque al final de la primera parte hubo una cierta desconexión con el partido.
Con todo, el 1-0 con el que se fueron al descanso fue injusto por el fútbol azulgrana y por el juego brusco del Espanyol que acabó con una colección de amarilla que debió incorporar una roja por las acciones de Pau López a Luis Suárez. Además, el mal colegiado que es Gil Manzano anuló injustamente un gol a Ivan Rakitic.
La segunda mitad ya fue mucho más clara porque el Barça mantuvo su nivel y el Espanyol bajó el suyo.
Goleada corta
Fue una ‘manita’ que se quedó corta porque Lucho pensó en la cita de Granada y dio descanso a Alba, Iniesta y Rakitic, a los que cambió por Mathieu (que reaparecía), Rafinha y Turan.
El pequeño de los Alcántara aprovechó esos minutos para lograr un tanto, aprovechando un regalo del violento guardameta del Espanyol, más preocupado de sus guerras particulares que de parar. Era el 4-0 que ampliaba el marcador anterior con los goles de Messi (de falta) y dos de Luis Suárez. El quinto llegó en una buena jugada colectiva del Barça con centro de Suárez tras un excelente pase de un Alves que ayer fue el de los grandes días.
El Barça tiene en sus pies el título. Debe ganar a un Granada que está celebrando su salvación. Y hasta podría ser campeón empatando o perdiendo, dependiendo de lo que haga el Real Madrid.
