La liga de los hombres extraordinarios

Lunes, 18 Abril 2016


Por el fútbol pasan miles y miles de jugadores de los cuales sólo unos pocos pasan a la historia como los más grandes, tipo Pelé, Di Stéfano, Cruyff y Maradona, puesto que Messi ha establecido un nuevo nivel, extra-superlativo.

El Barça de la década prodigiosa iniciada con la Champions de París 2006 ha aportado a ese mismo universo una subclase única de jugadores excepcionales, únicos e irrepetibles, nacidos para compartir, en una armonía futbolística también sin par, la época legendaria de Leo.

Puyol, Busquets, Piqué, Xavi, Iniesta y Alves integran esta liga de los hombres extraordinarios que tanto tienen en común futbolísticamente, incluido un espíritu ganador indomable, como se diferencian en carácter, dimensión pública y personalidad.

Nadie se imagina a Iniesta poniéndose una peluca ni a Busquets protagonizando un Periscope, pero sí partiéndose todos el alma por el Barça y levantando títulos con idéntico entusiasmo o cantando, bailando y bebiendo en el bus de la rúa cuando toca celebrarlo.

Toiss y patinetes
Del mismo modo, en nada se parecen las fiestas mediáticas instagram de Messi, montado en patinete en el patio de su casa jugando con su hijo Thiago, que las de Neymar, siempre rodeado de bellezas, por muchos Toiss que haya merodeando a su alrededor.

Concretando en Alves, en la alegría y en la adversidad siempre ha exhibido un cierto grado de excentricidad y ausencia de medida o de cálculo en su forma de interactuar mediáticamente. No en los hechos, pues cada cual es libre de garrapatear una guitarra y cantar en su casa, en el coche o saltar en la cama. Alves, como muchos brasileños, necesita evacuar esa energía desbordante en forma de extroversión ilimitada. Se lo pide el cuerpo. La cuestión es si retransmitir como hace él sus despiporres le beneficia no le perjudican. En su caso, por suerte para él y envidia para el resto del mundo, eso le da igual. Ni se para a medir las consecuencias ni pierde el tiempo reflexionando más allá de saber que, desde su punto de vista, no se mete con nadie. Indesmayable en el campo y fuera de él.

El vídeo del otro día, seguramente imposible con cualquier otro protagonista, en su mundo cobra todo el sentido. El día 6 de mayo próximo cumplirá 33 años y sólo cuatro días después celebrará su primer título en Europa, la Copa de la UEFA conquistada con el Sevilla en 2006. Desde entonces no ha dejado de ganar un sólo título, 26 en estos diez años, que serían 28 si suma Liga y Copa con el Barça esta temporada, ¡casi 3 de media! Sólo Messi e Iniesta le igualan en número de títulos (26), superándoles en Supercopas de Europa y Copas del Rey, pues tiene una más, además de otra Copa de la UEFA.

Quien más ha ganado, más quiere ganar y, como él mismo repite “buscas la victoria porque perder jode mucho, muchísimo”.Por eso, con su edad y con su experiencia lo que no hará Alves será deprimirse y entrar en barrena por no poder repetir un Triplete.

Sonrisas y lágrimas
Él lo ve distinto, cree necesario precisamente enfocar el futuro inmediato con la ilusión de arañar Liga y  Copa y sabe también que sus propios compañeros y la afición, a falta de siete partidos (6 de Liga y la final de Copa), necesitan más un rearme anímico que otra cosa, alguien que les arrebate esa tristeza del corazón lo antes posible. El propio Iniesta, como capitán, es el primero en saber también que debe en jugarse las lágrimas porque llorando no se arreglará nada.

Alves, a su manera original, valiente y transgresora, ha hecho lo mismo, no llorar y como hermano mayor quitarle trascendencia a una cosa y dársela a la posibilidad de ganar Liga y Copa. Que no está nada mal. Y además ha acaparado para sí la crítica, como ha pedido también Luis Enrique, dejando tranquilo al resto.

Lo fácil es criticarle, pero lo que hay que tener para grabar ese vídeo el día después muchos no lo tienen, ni lo tendrán.
  • Fuente: Mundo Deportivo

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