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No hay jornadas festivas que valgan
A estas alturas nadie puede cuestionar que una de las claves del espectacular éxito de la plantilla azulgrana radica en la tremenda calidad de sus futbolistas y la excelente harmonía que rodea a todo aquello que afecta al vestuario del Camp Nou. Al respecto de las exhibiciones que el equipo brinda semana tras semana sobre el terreno de juego, nada que decir, nada que objetar, el reconocimiento es unánime, pese a quien le pese. En cuanto al ambiente que se respira en el conjunto de Guardiola, las sorpresas son continuas y constatan que el aburrimiento y la rutina están reñidas con el día a día culé. Lo sucedido ayer en la playa de Gavà no tiene desperdicio y refleja buena parte de las interioridades de un colectivo que se ha blindado contra todo tipo de presiones y campañas de descrédito incentivadas a lo largo de los últimos meses. Basta con echar un simple vistazo a las fotografías que les ofrecemos en este amplio reportaje para darse cuenta que todos los intentos por desestabilizar al Barcelona no han surtido efecto. La plantilla está muy 'enchufada', y eso se palpa en detalles como los acontecidos en las playas de Gavà. Aprovechando la jornada festiva y la bonanza del clima de estos últimos días, un amplio grupo de jugadores de la primera plantilla y la cantera se citaron lejos del Camp Nou y las instalaciones de la Ciutat Esportiva para disputar una serie de partidos de futvoley. El reto estaba servido. Con Alves al frente de la comitiva, el núcleo brasileño se lo pasó en grande. Dani, Adriano, Maxwell, los hermanos Alcántara, Thiago y Rafa, su padre Mazinho, y algún que otro refuerzo de lujo, como Jonathan dos Santos y un par de amigos disfrutaron de una matinal increíble. Por cierto, Thiago, Rafa y Jonathan forman un trío que se reúne de forma habitual. El buen tiempo reinante contribuyó a que los jugadores recuperaran el bañador durante unas horas y se enfrascaran en unos apasionantes encuentros que no estuvieron exentos de todo tipo de bromas. Hubo tiempo para jugadas espectaculares, piques curiosos y multitud de carcajadas para deleite de algunos espectadores ocasionales que quedaron prendados con las Los representantes se rifan a Thiago y Rafa Mazinho, padre de Thiago y Rafa, dos de las joyas de la cantera ha recibido decenas de propuestas de representantes. Por ahora las ha descartado todas. Con el fútbol en Alves y el resto de jugadores y familiares se lo pasaron en grande. El futvolley es una auténtica pasión y se emplearon a fondo en las playas de Gavà. Calidad dentro y fuera del Camp Nou.
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OPI David Bernabeu
"No hay otro cómo él", sentenció no hace mucho Xavi Hernández. La frase bien pudo ser para Messi o Iniesta, sus comensales en la próxima gala del Balón de Oro. Pero no. Esta vez Xavi señaló a Dani Alves, quien en una de sus cabalgadas salvajes acababa de dar con el menudo centrocampista. Rosca apoteósica del brasileño y remate de cuchara del egarense para barrer al Valladolid (0-3) en Zorrilla. Ocurrió hace un año y ahí sigue el lateral del Barça, sin dar tregua a su cuerpo, apuñalando sin pestañear su flanco y abriendo el grifo del fútbol en la derecha del ataque azulgrana. Cerró una Liga de récord con once pases de gol, superando a Xavi y Messi, nueve cada uno. Resultó el mejor asistente del campeonato, un logro que su agente, en plena negociación para la continuidad de su futbolista, tiene subrayado en rojo para reivindicar una cifra acorde con lo que él considera de Alves: pieza indispensable de la columna vertebral de este Barça de leyenda. Cuesta tanto encontrarle una definición a Alves –más centrocampista y extremo que lateral– como entender por qué aún el club no le blindó, algo que sí acometió con Abidal o Keita, secundarios de postín cuya transcendencia no alcanza a la del brasileño, vital en la diversidad ofensiva y faro permanente para el desarrollo de Xavi, Messi e Iniesta. Ellos distraen por dentro para que Alves sorprenda por fuera, donde nadie explota el espacio como él. Por supuesto, Dani debe valorar que el Barça es el paraíso. Y eso tiene un precio. Pero no es mucho más alto que el que pueda comportar su marcha. El club tiene que ir con mucho ojito. Alves no es un jugador más, no tiene recambio y eso se paga. No pueden equivocarse.

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