El Barça no logró llevarse el título pero al menos cayó con orgullo. Del ridículo de la primera parte, donde el Madrid pudo llevarse un botín mucho mayor al 2-1, pasó a enmudecer al Bernabéu hasta los instantes finales jugando con uno menos durante más de una hora por la expulsión de Adriano. Sin embargo, como en el Camp Nou, acabó siendo víctima de sus propios errores...