El Barça se proclamó anoche campeón de invierno, batió el record de imbatibildad de Cruyff y Michels del 74, sumó la friolera de 52 puntos y, aunque no le guste a Pep Guardiola que se lancen las campanas al vuelo, dejó claro que esta Liga tiene dueño. El 4-1 final fue un buen resultado para el reforzado Málaga que sufrió un auténtico vendaval futbolístico.