LA CULPA ES DE DANI ALVES

Diumenge, 12 Desembre 2010

De Dani Alves, de Sergio Busquets, de Pedro, de Guardiola... De todos los profesionales del Barça que se han ganado ampliar ymejorar sus contratos por los servicios prestados y, sobre todo, por los servicios por prestar. Evidentemente, no es culpa de Alves (sólo era un reclamo) que el Barça vaya a estampar publicidad remunerada en la camiseta por primera vez en su historia, pero su estancada renovación ayuda a entender el porqué. Esta semana leía en MD que la masa salarial destinada a los deportistas del primer equipo de fútbol y de las secciones se come más del 75 por ciento del presupuesto del club, algo tan lógico como inaguantable a largo plazo si no se aumentan los ingresos. Para mantener el nivel de excelencia actual durante los próximos años hay que seguir dando cariño a los deportistas, pero si no hay suficiente cariño en la caja, hay que buscarlo fuera. Y resulta que en Qatar hay mucho amor y muchas ganas de compartirlo. Lo sabe Pep Guardiola desde hace tiempo y lo sabe Sandro Rosell, gran artífice del acuerdo y gran amigo del emirato por cuestiones profesionales que, por cierto, estaría bien aclarar de una vez por todas en la rueda de prensa de mañana. La operación con Qatar Foundation es, económicamente hablando, intachable. Hay una necesidad tirando a urgencia y se soluciona con un acuerdo que ya quisiera haber firmado cualquier club del mundo y cualquier directiva anterior. Además, si Unicef es cómplice, bingo. A partir de ahí, saquemos la lupa, debatamos y discrepemos, el deporte favorito y necesario del entorno culé. Yo también quisiera mantener la singularidad del Barça, pero el romanticismo y el fútbol en el siglo XXI no van de la mano. Antes que traspasar a Alves, cerrar las secciones o subir los abonos, bienvenidos sean los petrogasodólares qatarís. Es lo que hay. Claro que preferiría que el dinero lo pusiera una multinacional ejemplar con una conducta ética indudable y no un país que es propiedad de una familia, pero topamos otra vez con el romanticismo y, ahora, la economía. Si la fundación en cuestión fuera del gobierno de EEUU o de Suiza y no de Qatar, ¿no le pondríamos pegas? Son países democráticos, sí, pero en absoluto paradigmas de la libertad y el respeto a los derechos humanos. ¿Existe alguno?

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