Los postes y la tremenda efectividad del Manchester United condenaron al Barça en su segundo test de pretemporada a pesar del gran nivel que ofreció
Luis Suárez en ataque.
El uruguayo, que estrelló dos balones en el poste, lideró las acciones ofensivas del conjunto blaugrana pero no tuvo la suerte de su lado. Ni él ni
Munir, con otro remate al larguero, ni el resto del equipo, que durante la mayor parte del partido fue mejor que el equipo de
Louis van Gaal, que llegó con mucho más rodaje.
Los minutos iniciales del equipo de
Luis Enrique fueron prometedores. Tanto que en cinco minutos
Luis Suárez mandó el balón al palo izquierdo ante un estático
De Gea y
Sergi Roberto no supo definir cuando se encontró completamente solo ante el portero madrileño tras una sensacional asistencia de
Rafinha.
El juego, la posesión y el control correspondieron absolutamente al conjunto blaugrana, hasta que
Rooney (7’) sacó los colores a la línea defensiva, y especialmente a
Adriano, al cabecear absolutamente solo y a placer a apenas un metro de
Ter Stegen. El gol hizo mucho daño y los jugadores de
Van Gaal comenzaron a encontrarse más cómodos. Con dos líneas muy juntas atrás y con
Memphis Depay maniatando a
Busquets para dificultar la salida con el balón, el equipo inglés jugó con soltura y el Barça perdió su identidad durante media hora larga, sin la profundidad y desequilibrio que garantizan
Messi y
Neymar. Incluso
Ter Stegen evitó (27’) un segundo gol sacando la mano en el último momento tras el excelente remate de
Young. Por momentos, dio la sensación de que el United se movía a mayor velocidad que los jugadores de
Luis Enrique.
La cercanía del descanso, sin embargo, pareció reactivar al Barça, que en los últimos compases buscó el empate con más intención que éxito. Primero, en otro remate al palo de
Luis Suárez, esta vez a la derecha de
De Gea y con la zurda y, luego, con la mejor combinación de los primeros 45 minutos protagonizada por
Iniesta,
Pedro y el delantero uruguayo, que mandó el balón a las manos de
De Gea.
Luis Enrique dio entrada a
Rakitic en el segundo tiempo y sorprendió al reubicar a
Sergi Roberto en el lateral derecho para tomar de nuevo la iniciativa sin juego. En principio, la fórmula surtió efecto, hasta que el curioso árbitro estadounidense anuló (60’) un gol a
Luis Suárez por un fuera de juego más que discutible y de que
Lindgard (65’) firmara el segundo del Manchester United al aprovechar el caos que provocó
Van Gaal un minuto antes al cambiar de golpe a sus once futbolistas.
El Barça recibía un castigo tremendamente inmerecido. Su propuesta ofensiva había merecido hasta entonces mejor suerte ante un rival que supo sacar ventaja de su mayor rodaje y que está a apenas dos semanas de iniciar su campeonato.
Luis Enrique decidió entonces renovar al equipo con cinco caras nuevas –
Bartra,
Halilovic,
Gumbau,
Sandro y
Munir– y lo cierto es que el fútbol blaugrana se reactivó. Pero la madera volvió a interponerse en un cabezazo de
Munir (71’) cuando todavía quedaba tiempo para mantener al menos la incertidumbre en el marcador. A tanta mala suerte, los jugadores de
Luis Enrique opusieron ambición y verticalidad para tratar de encontrar el camino de gol. Lo consiguió
Rafinha con una espectacular volea con la zurda desde la frontal cuando apenas quedaba un minuto para el 90’ pero casi no tuvo oportunidad de celebrarlo porque rápidamente
Januzaj apenas encontró resistencia para cerrar el partido con el tercer y último gol del partido.
Seguidamente podeis ver una galría de fotos del encuentro con un video resumen de él.