Los muchos turistas que también estas fechas están en la capital catalana y toman la Plaza Catalunya y las Ramblas como centro de operaciones de sus paseos barceloneses vivieron en directo la celebración de un título de Liga. Lo curioso es que se consumó con el Real Madrid, el otro aspirante, en Barcelona, tras lograr su estéril victoria ante el Espanyol. Había ganas de celebrar cosas en la afición azulgrana, pero se diría que la madre de todas las fiestas aúnestáporvenir. El recuerdo de la última temporada en blanco quieren compensarlo con ese triplete Liga-Copa-Champions que, de lograrse, desatará el apoteosis.
De momento, bailes y cánticos festejaron esa Liga del Calderón y el nombre de Leo Messi volvió a ser coro habitual en Canaletes. El Camp Nou ha dejado muy claro durante toda la temporada quién es el número 1, también en los corazones de la masa social azulgrana. Por eso no extrañó ver aficionados con la camiseta de Argentina y el número 10. También Neymar y el equipo tuvo su ración de cánticos. No faltó, por supuesto, la alusión al eterno rival, el Madrid, que ayer consumó su año en blanco. La concentración se prolongó durante horas y, como suele ser habitual, hubo quien confundió la fiesta con otra cosa. Losufrieronalgunasdelas farolas del centro de Barcelona, pero los revoltosos encontraron en la mayoría de culés la reprobación que merecían.