Ayer en París, el de Juazeiro demostró porqué ha sido el mejor lateral del mundo de los últimos años. Realizó, probablemente, su mejor partido en lo que va de temporada, tanto en ataque como en defensa. Tuvo momentos brillantes en cada balón que recibió y dió asistencias de lujo. Como la del primer gol, una obra de arte al alcance de muy pocos. En el segundo tiempo, no bajó el ritmo y hasta se atrevió a chutar una falta que no entró por poco. En definitiva, hizo un partido perfecto. No es de extrañar que fuera elejido el mejor jugador…