El colchón de ventaja en la Liga ya es historia. El último retazo se lo llevó anoche el Valencia, que aprovechó sus ocasiones ante un Barça que lanzó veintiún remates y se encontró a veces con un Diego Alves gigantesco y otras con la propia falta de frescura y magia. La luz del tridente se ha apagado y ayer lo que faltó es, precisamente, acierto ante puerta. Pegada. Y, sin embargo, el Barça de Luis Enrique jugó su mejor partido del último mes. Se vació para ganar, pero no pudo evitar salir de la jornada 33 empatado a puntos con el Atlético y con uno solo de ventaja sobre el Madrid. Pese al aluvión de juego barcelonista, el Valencia se fue al descanso con 0-2 gracias a sendos goles de Rakitic, en propia puerta, al desviar un centro de Siqueira, y de Santi Mina. Messi recortó distancias, pero la remontada se quedó a medias.
El Barça lo intentó, movió el balón, dominó, volvió a mostrar algunas de sus mejores virtudes y creó ocasiones de gol sobradas para golear. A pesar de un desgaste enorme, acabó el partido buscando un empate heroico, con Piqué arriba. No ganó y sigue la crisis de resultados, pero el Barça, por lo menos, recuperó las buenas sensaciones a pesar de que le haya fallado la magia. En contrapartida, el desgaste fue enorme en un equipo que ya arrastra un sobreesfuerzo brutal.
Cuando el Valencia se adelantó, mediado el primer tiempo, en su segunda llegada, el Barça coleccionaba ya ocasiones desperdiciadas. A los valencianistas les bastó con una triangulación entre Siqueira y André Gomes para desajustar a la zaga por su flanco más débil en defensa, el de Sergi Roberto, y avanzarse en el marcador: el centro del lateral ‘che’ rebotó en Rakitic y se coló entre Claudio Bravo y el poste. Veinticinco minutos y 0-1.
El conjunto azulgrana, con ocasiones de gol para todos los miembros del tridente, se estrelló una y otra vez en Alves o en la falta de puntería. La puesta en escena fue brillante y el Barça aparentemente se mostraba capaz de someter a un Valencia a la expectativa que salió poblando el centro del campo con un 4-5-1. El Barça movió bien el balón y explotó con eficacia las bandas. En ataque. En defensa, ese 4-5-1 del Valencia hizo daño a sus laterales. Pese a sus carencias a la hora de defender, Sergi Roberto combinó en ataque con Messi por la derecha y Jordi Alba hizo lo propio por la izquierda con Iniesta y un Neymar al que, de repente, no le sale nada.
Las ocasiones del Barça se sucedieron: Messi remató al cuerpo de Alves a los seis minutos tras un gran centro de Suárez; el uruguayo no llegó por los pelos a un centro de Neymar tras apertura de Leo y pase de Alba a los diez; un minuto después, Neymar se quedó solo ante el meta tras pase de Messi y la intentó picar por encima de Diego Alves, que la sacó con la punta de los dedos; a los veintiuno, Suárez remató por encima del larguero, increíblemente, en la línea de gol, un balón peinado por Mascherano a la salida de un córner; y Alves, de nuevo, se lució a chut seco y bien colocado de Messi en una contra rápida iniciada por Bravo, que lanzó en largo a Neymar, quien la pasó a Leo.
Todo eso había ocurrido antes del 0-1. Las sensaciones estaban de regreso, pero la inspiración ante puerta se ha esfumado. Se confirmó todavía una vez más en un nuevo remate de Messi a boca de cañón al cuerpo del meta valencianista. Y, para que el mazazo fuese completo, jugadón de Santi Mina en el descuento para poner el 0-2.Un remate del Valencia entre palos, dos goles.
Remontada incompleta
Messi logró por fin marcar bien entrado el segundo tiempo, con cerca de media hora por delante, con asistencia de Jordi Alba, que había recogido una apertura del propio Leo. Aunque el dominio azulgrana ya no tenía la frescura y la chispa del inicio, Diego Alves volvió a salvar al Valencia con otro paradón a chuta la media vuelta de Rakitic. Y en el arreón final a la desesperada, con más corazón que fuerzas e ideas, mientras un Mascherano heroico achicaba balones en las contras valencianistas, un remate de Neymar rebotó en un defensa en una última ocasión clara y Piqué cruzó demasiado un balón con toda la ventaja ante Diego Alves.
